Para meditar estos misterios le recomendamos los siguientes salmos: el 40 (39), el 103 (102), el 113(112), el 119(118), el 131(132), el 139(138), el 146(145), el 55(54), el 8. Nota importante: colocamos entre paréntesis la enumeración litúrgica de los salmos que aparece en los misales y en algunas Biblias
Introducción (Al Organizador le corresponde leer u omitir la introducción según vea conveniente).
Se llaman gozosos porque celebran el momento en que Dios viene hasta el hombre en manera la más cariñosa de todas las posibles. Contrarrestando la Soberbia del Maligno que tentó al primer hombre: Seréis como Dios, ahora es Dios en su segunda Persona que se entrega Niño en brazos de una mujer. Todavía hay espíritus rebeldes que no aceptan esta suprema muestra de amor y de ternura pero Jesús lo dirá: Yo soy la Puerta y si no os hacéis como niños, no entraréis al Reino (Jn 10,9 y Mt 18,3). Los niños junto con los cuidados que sus madres les brindan, son uno de los rostros de la vida de Dios. Es María, la primera que en suprema pureza y sencillez, con fe profunda, es capaz de aceptar y vivir, con plenitud, este rostro tierno y delicado de Dios. Meditemos cómo sucedió esto, ayudados de los salmos 8, 40 y 131 donde se palpa que no todo es gozo sino un batallar en la pobreza del destierro.
· Organizador
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Los Misterios que vamos a meditar son los gozosos. Pero primero profesemos nuestra fe : Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra....etc.
· Organizador o el encargado de anunciar este misterio
1° misterio gozoso: LA ANUNCIACIÓN . Ella se turbó y el ángel le dijo : Serénate María, Dios se ha complacido en ti y te va a dar el don de un Hijo (Lucas 1,27 y siguientes)
En este misterio la virgen Madre como toda mujer a la cual se le encomienda la misión de tener un hijo, como a todo hombre al que se le encomienda la vida y una misión en ella, siente ansiedades o alegría ante la nueva perspectiva, siente miedo de la nueva empresa o seguridad y gozo ante el nuevo camino que se abre. En los salmos encontramos estos sentimientos: Alegría y júbilo o angustia.
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· 1° lector
Padre con la Virgen Madre que ansiaba tener una misión en la vida exultamos de gozo con el salmo 34, (2-11) que nos recuerdan su Magníficat expresión de alegría de la elegida como Madre del Mesías: Bendeciré a Yahvé en todo tiempo, en mi boca su alabanza, en Yahvé se gloría mi alma, óiganlos los humildes y alégrense. Engrandeced a Yahvé conmigo. El pobre ha gritado y Yahvé lo ha oído y le salva de todas sus angustias. Acampa el ángel de Yahvé en torno a los que le temen. Gustad y ved qué bueno es el Señor, dichoso el hombre que se cobija en Él. Los ricos quedan pobres y hambrientos mas los que buscan a Dios de ningún bien carecen.
El lector reza un padrenuestro y el avemaría:
· 2° lector
Virgen madre, junto contigo nos entregamos a los designios de Dios, de Quien recibimos la vida, y decimos con el salmo 40:
Dichoso el hombre que pone su confianza en Dios y no es rebelde, ni anda tras la mentira. Oh Dios! Cuántas maravillas en tus designios con nosotros. No quieres sacrificios, no pides dádivas y por eso digo: Aquí estoy para hacer tu voluntad. Yo te divulgo Dios y proclamo públicamente mi fe en ti. No me avergüenzo de mi fe. Tú no contengas tus ternuras para mí y que tu verdad y tu amor constantes me guarden
El lector reza un avemaría
· 3° lector
Por el temor natural de su misión de madres y ante la angustia que sentimos frente a la vida, oremos junto con todas las mujeres actualmente embarazadas diciendo las palabras del salmo 40, 13 y ss.
Dios mío, ven en mi ayuda, pues me envuelven desdichas y mis culpas me dan caza, no puedo ver claro y el corazón se me oprime pues me siento culpable. Yo pobre y desdichado, oh Señor, piensa en mí, Tú mi socorro y libertador
El lector reza un avemaría
· otro lector
(salmo18, 31-33) Yahvé mi luz y salvación, ¿a quién he de temer? Yahvé mi refugio, ¿por qué he de temblar? Cuando todos los malhechores me quieren devorar, aunque estalle una guerra contra mí, estoy seguro en mi Dios. Una cosa he pedido a Dios, una cosa estoy buscando, morar en la casa de Yahvé todos los días de mi vida para gustar su dulzura y cuidar su Templo. Él me dará cobijo en su cabaña, me esconderá en lo oculto de su tienda, sobre una roca me colocará.
Para que todas las niñas embarazadas sientan esta fe de Dios con ellas recemos: El lector reza el avemaría y Gloria al Padre.
· Organizador o el encargado de anunciar este misterio
2° misterio gozoso: LA VISITA A LA PRIMA ISABEL. María se encaminó con presteza a la región montañosa entró en casa de Zacarías y saludó. Apenas oyó Isabel el saludo, el niño saltó en su seno y ella gritó llena de júbilo: bendita tú porque has creído y bendito el fruto de tu vientre. (Lucas 1,39)
Exultemos de alegría con estas dos mujeres y su fe profunda en Dios:
Virgen madre, que vas presurosa por los montes, te acompañamos en la alegría que participas a tu prima Isabel con el salmo (18,34-49) : Yahvé hace mis pies ligeros como de cierva y en las alturas me sostiene de pie, persigo a mis enemigos, los quebranto, sucumben bajo mis pies, me ciñes para el combate, exterminas a los que me odian, los machaco como polvo, como al barro los piso, me pones a la cabeza de las gentes, los pueblos que no conocía me sirven, los hijos de los extranjeros me adulan. Viva Yahvé, bendita mi roca, el Dios de mi salvación sea ensalzado. Tú me liberas de mis enemigos, me libras del hombre violento.
E lector o encargado reza el padrenuestro y el avemaría
· 1° lector
Al eco de tu canto de alegría Virgen presurosa por las montañas de Galilea exultamos de gozo contigo diciendo con el salmo (salmo 18,34-49): Gritad justos en honor a Yahvé, dad gracias con la cítara, cantadle un cántico nuevo: por su palabra fueron hechos los cielos. Él reúne las aguas del mar como en un odre. Ante Él todos tiemblan, pues habló, mandó y se hizo. Yahvé mira de lo alto y ve a todos los hijos de Adán, Él forma el corazón de cada uno y repara en todas sus acciones. Los ojos de Yahvé están sobre quienes le temen, sobre aquellos que esperan su amor para librar su alma de la muerte y sostener su vida en la penuria. Nuestra alma en Yahvé espera, Él es nuestro socorro y escudo. En Él se alegra nuestro corazón, y en su santo nombre confiamos.
El lector reza un avemaría
· 2° lector
Virgen Madre, tú la humilde y sencilla, contigo la amada, expresamos la alegría de tu Magníficat, con el hermoso salmo 131:
No está inflado mi corazón, Dios mío, ni mis ojos son altaneros. No he tomado un camino de grandezas, ni de prodigios que me vienen anchos. Guardo lisa y silenciosa mi alma, y mi alma está como niño destetado en el regazo de la madre. Mi pueblo espera en Dios ahora y siempre.
Cantar llenos de alegría el Avemaría y decir Gloria al Padre , y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en un principio…
· Organizador o el encargado de anunciar este misterio
3° misterio gozoso: EL NACIMIENTO DE JESÚS. Y dio a luz a su primogénito, lo envolvió en pañales y lo reclinó en un pesebre porque no tuvieron sitio en la posada (Lucas 2,6)
Virgen madre te acompañamos en tu angustia, pues después del viaje de tres días en estado de preñez, nadie te quiere recibir y al ver la dureza de los hombres ante tu estado oramos con fervor con el Salmo 4: Cuando clamo, respóndeme Dios mío, mi justiciero. En la angustia Tú me abres las salidas. Vosotros hombres duros de corazón, amantes de la mentira, que se rigen por apariencia y vanidad. Sabed que Dios me cuida en mi aparente pobreza. El me ha dado más alegría que cuanto vosotros abundáis en bienes.
Pidiendo por las mujeres embarazadas para que tengan fe que Dios las acompañará en su misión aunque a veces parezcan grandes las dificultades recemos el padrenuestro y el avemaría.
· 1° lector
Oh virgen tranquila al lograr tener a tu Hijo en la pobreza del pesebre: Ahora que oyes el canto de paz de los ángeles decimos con el mismo salmo 4: Me acuesto en paz y en seguida me duermo, pues Tú Yahvé eres mi refugio.
El lector reza un avemaría
· 2° lector
Al nacer el Niño, al ver el hermoso regalo de un niño entre nosotros, participamos jubilosos con la Virgen Madre que lo tiene entre sus brazos, brillantes sus ojos de pureza y admiración. Decimos con el Salmo 8: Padre, quiero cantar tu nombre que se alza por encima de los cielos. Por boca de los niños, aún de los que maman, has sacado una alabanza contra tus enemigos, para reprimir al adversario y al rebelde. Veo la luna, las estrellas y los cielos y me pregunto: ¿qué es el hombre para que lo ames, lo cuides y lo hagas dueño de tus obras? Hermoso es tu nombre por toda la tierra.
Dios Niño entre nosotros te alabamos, te bendecimos por tu sencillez, por tu pureza por tu entrega tan cariñosa, tan hermosa a la criatura
El lector reza un avemaría
· 3° lector
En el paraíso la soberbia del maligno tentó al hombre diciéndole: Seréis como Dios (Génesis 3,4), pero Dios ha derribado toda soberbia con la presencia de un Niño, por eso el Salmo 8 dice: Por boca de los niños, aún de los que maman, has sacado una alabanza contra tus enemigos, para reprimir al adversario y al rebelde.
Repitamos el hermoso salmo 131: No está inflado mi corazón, Dios mío, ni mis ojos son altaneros. No he tomado un camino de grandezas, ni de prodigios que me vienen anchos. Guardo lisa y silenciosa mi alma, y mi alma está como niño destetado en el regazo de la madre. Mi pueblo espera en Dios ahora y siempre. Pidamos la sencillez y humildad de la Virgen Madre que lo tiene entre brazos para que podamos contemplar a Dios en los niños.
El lector reza el avemaría y Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
· Organizador o el encargado de anunciar este misterio
4° misterio gozoso: PRESENTACIÓN EN EL TEMPLO. Vivía entonces en Jerusalén, Simeón, hombre justo, y el Espíritu Santo le había revelado que antes de morir contemplaría al Mesías. Impulsado por el Espíritu fue al templo y al entrar los padres con el Niño, Simeón lo tomó y dijo: Deja Señor que este siervo muera en paz pues ya mis ojos contemplaron a tu Salvador. (Lucas 2,25)
Para meditar este misterio cuando La Virgen subía a la ciudad bulliciosa de Jerusalén, es muy hermoso el salmo 55(54). Sus frases nos muestran la ciudad que no quiere recibir a Dios, ni le importa la virgen madre que lo lleva y se siente aislada sin que nadie conozca el don que lleva en sus manos. Cuántas madres sienten la inmensidad de Dios en sus hijos pero las rodea el cerco estrecho de un mundo lleno de indiferencia ante el don que Dios les ha encomendado.
Salmo 55: Escucha, Padre mi oración, pues estoy agitada, y quisiera huír, tener alas de paloma para alejarme al desierto. Veo discordia y altercado en la ciudad, rondan día y noche por sus murallas, y dentro de ella veo iniquidad y malicia, y aún el que era mi conocido y amigo me es extraño. Está el mal entre ellos y van a la muerte, pero yo te invoco, y a la tarde, al amanecer y al mediodía, a todo momento me quejo y gimo para que me oigas. Y Tú me escuchas, reinas siempre y humillas a los que no quieren enmendarse, a los que andan sin temor de Dios, a los que violan sus promesas y mienten con palabras dulces, los hundes en la fosa pero yo confío en Ti.
El lector reza el padre nuestro y el avemaría
· 1° lector
Pidamos a Dios que abra nuestros ojos como a Simeón para poderlo contemplar ya en este mundo y que su percepción nos dé la paz para morir tranquilos. Salmo 146:
Yahvé abre los ojos a los ciegos, endereza a los encorvados, protege al forastero y sostiene a la viuda y al huérfano. Yahvé ama a los justos y tuerce el camino de los impíos. Yahvé reina por siempre, tu Dios de edad en edad.
El lector reza 3 avemarías y Gloria
· Organizador o el encargado de anunciar este misterio
5° misterio gozoso: LA PÉRDIDA Y HALLAZGO DEL NIÑO. Su madre se le quejó: - Hijo, ¿por qué te has portado así con nosotros? Tu padre y yo, angustiados, te hemos estado buscando. Jesús les contestó: Pero ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debo estar en la Casa de mi Padre? Pero ellos no comprendieron el alcance de su respuesta. Con ellos regresó a Nazaret y les estaba sujeto. Su Madre conservaba todas estas cosas en su corazón y Jesús crecía en edad, en sabiduría y en gracia delante de Dios y de los hombres. (Lucas 2,46 y siguientes)
Señora que buscas angustiada a tu Hijo, junto a ti Señora los que buscamos el rostro de Dios oramos
Salmo 42: Como jadea la cierva buscando el agua, así jadea mi alma en pos de Ti, Señor. Tiene mi alma sed de Dios. ¿Cuándo podré ver su rostro? Son mis lágrimas mi pan, de día y de noche, y me dicen: ¿Dónde está tu Dios?
El lector reza el padre nuestro y el avemaría
· 1° lector
Acompañemos a La Virgen que no sabe qué rumbo tomar para buscar a su Hijo diciendo con el salmo 25: Muéstrame tus caminos, Yahvé enséñame tus sendas, guíame en tu verdad. Tú eres mi salvación y estoy esperando todo el día. Acuérdate de tu ternura y de tu amor que son de siempre. Tú eres bueno pues muestras a los pecadores el camino, conduces a los humildes, y a los pobres enseñas tus senderos. Todos tus caminos son amor y verdad para quien los guarda. Mis ojos están fijos en Ti que sacarás mis pies del cepo. Mírame y tenme piedad que estoy solo y desdichado, alivia los ahogos de mi corazón, y hazme salir de mis angustias. Inocencia y rectitud me amparen que en Ti espero.
El lector reza el avemaría
· 2° lector
Todos los que buscamos a Dios decimos contigo María y con el salmo 63: Dios, tú mi Dios, yo te busco, sed de ti tiene mi alma, en pos de ti languidece mi alma. Como cuando en el santuario te veía, al contemplarte, pues tu amor es mejor que la vida, así quiero en mi vida bendecirte. Yo exulto a la sombra de tus alas. Mi alma se aprieta contra ti.
El lector reza un avemaría y canta otra con alegría de la madre que estrecha su hijo hallado y dice Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en un principio... Oremos con aquellos que estén angustiados: Oh Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a las almas ante todo a las más necesitadas de tu divina misericordia
Ofrezcamos la Salve por el Papa y por todos los peregrinos: Dios te Salve Reina y Madre etc.